William y Emma Peters compran una casa en ruinas, donde hace años ocurrió un brutal asesinato, con la intención de restaurarla. Se mudan con su hija Sophie y se hacen amigos de sus vecinos Jean y George Evans. Sin embargo, ocurren eventos espeluznantes en la casa, incluida la muerte del gato de Sophie. En la fiesta de cumpleaños de Sophie, una tubería gotea sangre y abandonan el lugar, revelando más tarde un secreto.