Después de que Lee Hsi (Fang Yeh) mata accidentalmente a una persona, se retira a un pequeño pueblo pensando en dejar de luchar para siempre. El pueblo está controlado completamente por un clan. El jefe Chan tiene como esbirro a un luchador gigante llamado Chiang Tai (Bolo Yeung), gracias al cual tiraniza a todo el poblado.