Lo único que desea Jenna Rink en su décimotercer cumpleaños es ser guapa y popular. Tras una experiencia humillante delante del chico más guay de la escuela, Jenna desea fervientemente tener una nueva vida. Milagrosamente su deseo se hace realidad: de la noche a la mañana pasan 17 años y ella despierta convertida en una mujer de treinta.